El estilo de grabado de Salvador Dalí se distingue por su capacidad para fusionar la meticulosidad técnica con la imaginación surrealista. Utilizó técnicas de aguafuerte y punta seca para crear grabados detallados y ricos en texturas.

Sus obras gráficas a menudo presentan elementos surrealistas como relojes blandos, figuras oníricas y paisajes extraños. La atención a los detalles y la precisión técnica se combinan con la experimentación visual, lo que le permite crear imágenes inquietantes y evocadoras. La paleta de colores en sus grabados puede ser tanto vibrante como sombría, añadiendo un elemento adicional de intriga a sus composiciones.

Debido a su antigüedad el papel puede presentar algunas marcas y signos de envejecimiento.

Obra gráfica original firmada y numerad por Salvador Dalí.